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Por primera vez desde 2009, el Rally de España que se disputa este fin de semana luego de su ausencia en 2020, será únicamente de asfalto tras la decisión de prohibir las pruebas de superficie mixta en el WRC.
El parque temático PortAventura World de Salou sigue siendo el centro de la penúltima prueba del campeonato, y el paseo marítimo de dicho complejo turístico dará la ceremonia de salida del jueves por la noche.
Con los tramos de asfalto sustituyendo a la tierra el día viernes, la etapa de apertura se dirige al oeste y tiene un nuevo aspecto.
Los recorridos de mañana y tarde por Vilaplana (20,00 km), La Granadella (21,80 km) y Riba-Roja (14,21 km) se dividen por una asistencia en Salou. Algunos caminos son nuevos para esta prueba, mientras que otras vuelven después de haber estado fuera del itinerario durante muchos años. Los seis tramos suman 112,02 km.
La etapa del sábado, al noreste de Salou, es la más larga, con 117,54 km de competición con siete pruebas especiales.
El formato es el mismo, con Savallà (14,08 km), un Querol – Les Pobles renovado (19,17 km) y el super rápido El Montmell (24,40 km) que se disputan dos veces separados por la asistencia. El día termina con la especial urbana favorita de los aficionados, frente al mar, en Salou (2,24 km).
El final del domingo cuenta con dos rulos a los conocidos tramos de Santa Marina y Riudecanyes. La primera pasada por Santa Marina será un reto extra en la oscuridad. El punto de mira más alto será la famosa rotonda del Coll de la Teixeta en Riudecanyes, donde los pilotos completan un giro de 360º frente a una gran multitud que se agolpa en las laderas de las montañas cercanas y donde también será el escenario del Power Stage.
Así, los 17 tramos suman 280,46 km.
Fuente y foto: wrc.com
