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Sébastien Ogier creía que su sueño de victoria en una de las pruebas emblemáticas del WRC se había esfumado, después de los problemas en la primera etapa lo dejaran séptimo.
El piloto francés se vio perjudicado en la primera pasada por el tramo de Oserian del viernes por la mañana por un problema en el amortiguador de su Toyota Yaris que le costó más de 90 segundos. Así, cayó en la clasificación, quedando a más de dos minutos del líder Thierry Neuville.
Por tal motivo, el siete veces campeón dijo que creía que la victoria era “inconcebible” tras ese contratiempo.
“En ese momento tuvimos que aceptar una pérdida de tiempo en el resto del bucle en lugar de seguir asumiendo riesgos que podrían habernos llevado al abandono“, explicó Ogier, cuya cuarta victoria en seis pruebas del Campeonato del Mundo de Rally amplió su ventaja a 34 puntos en el campeonato.
“Después de perder dos minutos, pensamos que el resto del rallye sería muy difícil, pero nunca nos rendimos y en esta prueba, más que nunca, esa era la consigna. Esperaba estar cerca del podio, pero no esperaba ganar este rally“, agregó el galo.
Además, Ogier quedó cautivado por la experiencia del Safari en el regreso de la prueba al calendario, tras 19 años de ausencia.
“Estoy encantado de añadir este mítico rallye a mi lista de victorias. Esta victoria final no hace más que embellecer nuestra experiencia en este evento único que nos ha llenado de recuerdos que no olvidaremos durante mucho tiempo.
Nunca habíamos pisado el continente africano, así que fue un gran cambio de horizontes para nosotros. Pasamos una semana extraordinaria en Kenia desde todos los puntos de vista, empezando por la increíble acogida que nos brindó la población local.
Su entusiasmo y pasión por los rallies fue algo que nunca habríamos imaginado antes de verlo con nuestros propios ojos“, afirmó, entusiasmado, el piloto oficial Toyota.
Fuente y foto: wrc.com
