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El equipo británico recibirá sus primeros monoplazas en enero próximo, y arrancará las pruebas tres meses más tarde. En tanto que la ciudad inglesa de Woking será el escenario en el que se iniciará el desarrollo del programa.
El regreso de Fernando Alonso a las 500 millas de Indianápolis se producirá con una McLaren que competirá como equipo propio, con autos de su propiedad y un programa desvinculado de cualquier asociación. Esto hace, a su vez, que toda la planificación de una aventura anunciada con mucha mayor antelación que la de 2017 difiera en un aspecto clave: los tests.
Además de los test oficiales de pretemporada, cada equipo de IndyCar goza de un total de cinco días para efectuar pruebas, ya sea en pista, en línea recta o usándolo en un túnel de viento. No obstante, solo dos de esos días pueden emplearse desde que comienza el mes de abril, un dato determinante ya que, en palabras del director deportivo, Zak Brown, su escuadra no comenzará con las pruebas hasta ese mes. No obstante, McLaren gozará de un tercer día de pruebas al ser una nueva inscripción en el campeonato, situación de la que buscarán sacar partido.
La normativa otorga días adicionales de pruebas a los equipos que cumplan ciertos requisitos, como probar a novatos, evaluaciones especiales de pilotos o colaborar en los test de los fabricantes. Así, es en este último punto donde McLaren puede estirar los días de pruebas de los que dispondrá para preparar las 500 Millas de Indianápolis. Aunque es bastante probable que Chevrolet no celebre su test de motoristas antes de la mencionada mítica competencia de IndyCar, si es posible que la marca inglesa tome parte hasta en dos jornadas de pruebas de neumáticos, si Firestone lo considera oportuno, añadiendo así un valioso kilometraje previo a la carrera en el óvalo de Indiana.
Fuente: motor.es
