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El motor de Charles Leclerc ha sufrido daños irreparables tras el incidente en la curva 1 del Gran Premio de Hungría, por lo que deberá ser reemplazado entrando ya en período de penalidad.
El piloto monegasco fue víctima de Lance Stroll, que tomó por el césped en el interno de la primera variante del trazado húngaro antes de embestir al piloto de Ferrari.
Ninguno de los dos corredores pudo continuar en carrera, pero había otro castigo para Leclerc, ya que un examen de su motor en el cuartel general de Ferrari en Maranello reveló que no se podía volver a utilizar.
“El examen del SF21 número 16 realizado ayer en Maranello reveló que además [del daño del choque], el motor estaba irreparablemente dañado y no se puede volver a utilizar, tras el impacto del Aston Martin de Lance Stroll”, expresó la escudería italiana en un comunicado oficial.
El motor ahora inutilizable fue el segundo en lo que va de la temporada, lo que significa que instalar un tercero para el próximo Gran Premio de Bélgica no resultará en una penalización inmediata pero ya estará en el límite de ella.
Sin embargo, el equipo también se quedó contando el impacto financiero del accidente.
“Este es un golpe más para la Scuderia Ferrari y el piloto monegasco“, prosigue el comunicado, “este daño tiene un impacto financiero y también ramificaciones en las carreras, dado que durante los 12 fines de semana de carrera restantes de esta temporada, es muy probable que el equipo se vea obligado a instalar un cuarto ICE [motor de combustión interna] en el SF21 de Charles, incurriendo así en la parrilla sanciones“.
Fuente y foto: formula1.com
