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Hace casi 20 años, el equipo Tech 3 entró en MotoGP con Olivier Jacque y Shinya Nakano y en el día de ayer tuvieron su día de gloria.
Estaban listos para un nuevo desafío y los franceses se dispusieron a luchar contra los mejores del mundo. La simpática escuadra de Bormes-les-Mimosas en Francia en ese tiempo aseguró 31 podios antes de la victoria de ayer, siempre con la ayuda de Yamaha.
El japonés Nakano fue el primero en experimentar este privilegio para Poncharal y compañía, ocupando el tercer lugar en Sachsenring durante su año de debut en el Campeonato del Mundo de 500cc.
En las 18 temporadas que siguieron con Yamaha, otros nueve pilotos también se embolsaron un podio bajo sus colores, entre los que se encontraban: Alex Barros (Le Mans 2003), Jonas Folger (Sachsenring 2018), Marco Melandri (Barcelona y Assen 2004), Ben Spies. (Silverstone e Indianápolis 2010), Bradley Smith (Phillip Island 2014 y Misano 2015) y Colin Edwards (Le Mans y Assen 2008, Donington 2009, más Silverstone 2011).
Tres pilotos más se subieron a seis podios durante su tiempo en Tech 3: Cal Crutchlow, Andrea Dovizioso y, más recientemente, Johann Zarco. Sin embargo, a pesar de la multitud de talentos y oportunidades en abundancia, por alguna razón, la victoria siempre estaba cerca pero se escapaba.
Johann Zarco estuvo muy cerca en dos ocasiones. Por supuesto, estuvo la carrera que lideró en Valencia hace tres años, solo para ser superado por tres décimas de segundo por Dani Pedrosa en un final de temporada emocionante.
Y luego, en 2019, el viaje de Yamaha terminó. Uno nuevo comenzó con KTM y los críticos afirmaron que la maldición Tech 3 nunca se rompería. Comenzar desde cero con la RC16, una máquina relativamente joven en comparación con las otras motocicletas de la parrilla, podría haber asustado a muchos equipos, pero no a Herve y la pandilla. Todo su personal se arremangó y sus esfuerzos comenzaron a dar sus frutos, especialmente en 2020.
En Jerez, Miguel Oliveira igualó la mejor actuación de su carrera en el Red Bull Ring el año pasado al terminar octavo. Una semana después, se clasificó quinto en la parrilla solo para enredarse con Brad Binder (Red Bull KTM Factory Racing) y la curva de apertura en la primera vuelta. El piloto portugués, sin embargo, se olvidaría de eso y lo haría aún mejor en Brno con un sexto puesto. De repente, un resultado entre los tres primeros para el rider de 25 años y Tech 3 era una posibilidad real, pero ¿una victoria? Seguramente no.
Luego vino el Gran Premio de Estiria. Una carrera tan loca como las cuatro que le precedieron en una temporada de MotoGP que será recordada durante mucho tiempo. Durante muchos años, Poncharal se ha sentado y visto desde la pared de boxes mientras sus máquinas Tech 3 se perdían por poco la victoria después de haber liderado gran parte de la carrera. Esta vez, sin embargo, fue diferente. La única vez que su moto estuvo delante fue cuando salieron de la última curva de la última vuelta. Vio a su moto liderar la carrera durante nada más que cinco segundos, pero ¿a quién le importaba? habían logrado su primer triunfo en la categoría reina del moticiclismo mundial.
Fuente y fotos: motogp.com
