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En su octavo año de existencia, la sede del Gran Premio de los Estados Unidos de Fórmula 1 acogerá por primera vez a la IndyCar.
El Circuito de las Américas inicia un nuevo capítulo en su breve e intensa historia este fin de semana, al albergar por primera vez a los monoplazas de la categoría estadounidense. Construido y diseñado con la Fórmula 1 en mente, esta pista se ha diversificado de forma notable con los años, atrayendo a los Mundiales de MotoGP, Resistencia y Rallycross, el campeonato IMSA, los Supercars australianos e incluso siendo sede de los X Games, pero tenían una cuenta pendiente que quedará por fin saldada.
Austin es de los siete circuitos permanentes del calendario de IndyCar (cuatro más que en 2013, cuando había más urbanos). Con 5.513 metros de recorrido, sólo Road America implica una distancia mayor por prácticamente un kilómetro (6.515m), lo que se refleja en las 60 vueltas que tendrán que completar, cuatro más que la Fórmula 1. Pese a la especulación sobre la posibilidad de usar un trazado modificado, la versión que empleará la IndyCar será idéntico al habitual con un total de 20 curvas, 12 a izquierdas y 8 a derechas.
La comparación con la Fórmula 1, por tanto, será un hecho inevitable a lo largo del fin de semana. La mejor vuelta de los test de Indy en febrero correspondía a Colton Herta con un 1:46.625 con neumático duro, a 14 segundos del 1:32.237 con el que Lewis Hamilton logró la pole en el Gran Premio el año pasado. Se espera que, con la información recabada de cara a los setups, unos pilotos más familiares con el trazado, una pista con más goma y el uso de los neumáticos blandos, el tiempo de la pole esté en 1:44 o 1:45, lo que los situaría a la par con los tiempos marcados por el Porsche 917 en las visitas del Mundial de Resistencia, si no se cumplen las previsiones de lluvia para el sábado.
El primer coqueteo de la IndyCar con Austin se remonta a 2014, año en el que Chevrolet ejecutó en el trazado unos test privados de su nuevo aerokit, y a finales de 2015, la principal categoría de formación del Road to Indy, la Indy Lights, visitó el trazado para realizar unos test post-temporada.
En cuanto a la parrilla, se mantendrá en 24 pilotos, en la que solo los ex-Fórmula 1 recientes (Alexander Rossi, Max Chilton y Marcus Ericsson) saben lo que es correr en éste circuito. La esperada ausencia de DragonSpeed y Ben Hanley será compensada por la aparición del equipo del argentino Ricardo Juncos, el Juncos Racing, con el piloto estadounidense Kyle Kaiser, en la que es hasta la fecha la única carrera anunciada por ambos. Asimismo, Carlin estrenará en su segundo monoplaza al mando del mexicano Patricio O’Ward, que disputará su segunda carrera en IndyCar y la primera de las 12 que ha firmado con Carlin, en sustitución de Charlie Kimball.
Fuente: motor.es
