Los pilotos de los equipos M-Sport y Toyota han sumado sus primeros kilómetros de test en asfalto para preparar la cita francesa del WRC.
Hyundai y Citroën dieron el puntapié inicial a los test previos al Tour de Córcega, cuarta cita de la temporada 2019 del Campeonato Mundial de Rally, que será la primera sobre asfalto puro.
Sin ánimos de quedarse atrás, M-Sport y Toyota también han arrancado sus pruebas para llegar preparados al rally francés. Casi de forma paralela, el Ford Fiesta -de blanco impoluto- de la escuadra inglesa y el Yaris han empezado a devorar kilómetros de la mano de los pilotos oficiales de cada estructura.
Teemu Suninen ha sido el encargado de tomar el volante del coche del “Óvalo” en primer término. De hecho, el finlandés ha subido varias imágenes a redes sociales de esta sesión de pruebas antes de dar el relevo a su compañero Elfyn Evans.
En tanto que la casa japonesa encara la fecha de Córcega desde una posición muy distinta a la de M-Sport. La formación dirigida por Tommi Mäkinen está al frente de los campeonatos de constructores y de pilotos. De hecho, el líder Ott Tänak ha sido el primero en subirse al Yaris WRC con configuración de asfalto, en un test que no sólo servirá al equipo para preparar la carrera gala, sino para evaluar un nuevo alternador tras los problemas que tuvieron en México con esta pieza del coche de Jari-Matti Latvala. Según los datos recogidos, Toyota podría cambiar de proveedor en próximas fechas.
Mientras, su compañero de equipo Kris Meeke tiene la difícil misión de disputar su primera prueba 100% sobre asfalto con Toyota. El piloto norirlandés quiere dar un paso más y lograr su primer gran resultado con esta nueva escuadra. Y con este objetivo, Meeke ha sido el segundo piloto del equipo en tomar parte de esta sesión de pruebas, dejando así el último relevo a un Jari-Matti Latvala que ya ganó el Tour de Córcega, en su edición de 2015.
Fuente: motor.es