Sébastien Ogier no renuncia a poder conseguir el título del Campeonato del Mundo de Rally de este año, una batalla en la que admite que no esperaba encontrarse esta temporada.
El ya ocho veces campeón francés se sintió frustrado por el vuelco en el Power Stage ayer domingo, que arruinó su carrera en el Acrópolis Rally de Grecia 2024. Pues el galo había liderado la prueba el primer día, antes de que un problema con el turbo le frenara el viernes por la tarde. Aún así, luchó por remontar y marchaba segundo cuando se accidentó en el último tramo de la prueba disputada en la región de Lamia.
Tras esto, y preguntado por sus opciones al título, Ogier dijo: “No tenía muy buena pinta hasta ahora y no va en la dirección correcta, eso está claro. No es un gran problema para mí, es algo que ha surgido ahora. Matemáticamente, todavía es posible, así que seguiré ahí en las tres próximas pruebas, dando lo mejor de mí y luchando.
Me esforcé al máximo hasta el último tramo, pero no cuenta si no lo terminas. Lo hemos dado todo durante todo el fin de semana. Hicimos muchas cosas bien, tuvimos un gran feeling en el coche y un gran ritmo, y luchamos todo lo que pudimos hasta el último tramo.
Ha sido un fin de semana extraño. En muchos aspectos ha estado cerca de la perfección, pero en los rallies no vale de nada si no lo das todo hasta el final. Este no es un rally en el que quieras arriesgar, necesitas algo de suerte para hacerlo, y no estaba de nuestro lado. Para mí es una satisfacción poder seguir compitiendo así: Disfruto superando los límites, ha sido divertido en el auto. Pero sé muy bien, después de todos estos años, que a veces las cosas no salen como uno quiere“.
A todo esto, Ogier ha retrocedido un puesto en la clasificación del campeonato e irá a Chile tercero, por detrás de Thierry Neuville y Ott Tänak. Ahora, “Seb” se sitúa a 38 puntos del belga que, con el Hyundai, lidera.
Fuente y foto: wrc.com