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Un 1 de mayo, pero de 1994, el brasileño tricampeón de Fórmula 1, ganador de 41 carreras, dueño de 65 poles y 80 podios, perdía la vida durante el Gran Premio de San Marino, en el “Autódromo Enzo e Dino Ferrari” de Imola.
Ese 1 de mayo de 1994 quedará grabado en la memoria de todo el público fanático, ya no del automovilismo, sino del deporte a nivel mundial.
Desde entonces, Senna se ha convertido en un ícono para los amantes del deporte motor, a lo largo y a lo ancho de todo el planeta. Uno de los mayores ídolos que ha entregado la historia de la Fórmula 1, y cuya figura se mantiene viva en cada persona que lleva su nombre en homenaje al gran piloto paulista.
El destino determinaría que la última carrera de Senna en la F1 sería en Imola. El 29 de abril de 1994, su compatriota Rubens Barrichello sufría un durísimo accidente y, el sábado 30, fallecía el austríaco Roland Ratzenberger. Todos los avisos se habían dado; pese a ello, la actividad siguió y, ya en la carrera el día domingo, y mientras marchaba en el primer puesto con el Williams FW16, Senna impactó contra el muro en la curva Tamburello, perdiendo la vida en el acto.
Así, a treinta años de aquel fatídico día, recordamos a uno de los mayores emblemas que, el automovilismo y el deporte en general, le entregó a este mundo.
Fuente: Campeones
