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El Gran Premio de Bélgica de 1991 fue testigo del debut en la Fórmula 1 de Michael Schumacher, y con su hijo Mick listo para debutar en Spa con un F1 30 años después, dijo que quiere dejar su propia huella en esa pista.
Michael Schumacher asombró en su debut con el Jordan 191 al clasificar séptimo en el GP belga de 1991, mientras que un año después lograría su primera victoria en ese mismo trazado con Benetton, su primera de seis victorias en Spa-Francorchamps.
Y Mick Schumacher, que condujo el Benetton B194 de su padre en una prueba en Spa en el año 2017, antes de probar recientemente el propio Jordan 191, dijo que estaba ansioso por escribir su propio capítulo en el icónico circuito de Las Ardenas cuando corra allí con Haas este fin de semana.
“Conducir el Benetton de mi padre en 2017 fue una gran experiencia. Ahora, cinco años después, yo mismo conduzco la Fórmula 1 y eso es 30 años después de que mi padre hiciera su debut. Es un momento realmente especial para mí y mi familia, muy feliz de ir allí y dejar mi huella en esa pista especial también”, expresó el joven Mick.
Luego, agregó: “En general, Spa es mi pista favorita, en cualquier circunstancia. Fue [donde obtuve] mi primera victoria en la Fórmula 3 en 2018 y la primera de una buena racha. También fue mi primera pole position ese año. Fue muy bueno comenzar allí, ya que es una pista muy especial para nosotros como familia y para mí, así que estoy muy feliz de poder volver allí y espero que podamos sacar algo de la sombrero, que sería genial.
Para mí, volver a Spa es genial. Estuve allí el año pasado y años anteriores y obviamente hemos tenido muchos altibajos allí. Definitivamente es una de las pistas más desafiantes: es súper larga, hay mucha ondulación, es muy histórica y definitivamente es uno de los fines de semana más especiales que tenemos en el calendario, así que tengo muchas ganas de volver“.
Fuente y foto: formula1.com
