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La mítica escudería de Fórmula 1 ya comienza a tomar medidas desesperadas con el fin de poder seguir compitiendo en la categoría aún con garantías mínimas.
Una combinación de factores dejó a Williams al límite de sus fuerzas, al borde de una bancarrota de la que probablemente nunca han estado tan cerca, con un monoplaza que no llegó hasta pasados más de dos días de la primera semana de test de la pretemporada del año pasado. No obstante, y aunque Claire Williams confía ciegamente en salir a flote de la mano de George Russell y Nicholas Latifi, la formación británica se ha visto obligada a realizar una venta que nunca les habría gustado efectuar: Williams Advanced Engineering.
“Tras la venta de Williams Advanced Engineering a finales de 2019, comenzamos un proceso de refinanciación. Después de considerar varias opciones, concluimos nuestra refinanciación con un consorcio de prestamistas, todos los cual fue negociado sobre una base comercial a distancia. El paquete de préstamos nos proporciona los recursos que necesitamos para seguir adelante“, explicó al especializado y prestigioso medio Autosport la propia directora del equipo.
En la liquidación de esta sección de ingeniería similar a la McLaren Applied Technologies de sus compatriotas rivales se incluye también un préstamo de Latrus Racing, empresa propiedad de Michael Latifi, padre del propio piloto Nicholas -quien ya patrocina al equipo con otra empresa de comida canadiense-, una hipoteca que involucra los terrenos y edificios del equipo, así como la fábrica y la maquinaria, bienes patrimoniales como seguridad -entre los que destacan más de 100 coches de la historia de Williams en F1, como el FW06 de 1978, tres unidades del FW42, su coche del año pasado o todos los coches que les llevaron a ser campeones hasta en nueve ocasiones-.
Fuente: motor.es
