La pandemia global del Coronavirus ha estropeado los planes de otra cita histórica como son las 500 Millas de Indianápolis, ya que ha obligado a la IndyCar a posponerla para más adelante en este 2020.
La última ‘víctima’ de los aplazamientos debido a la inflexible infección mundial provocada por el virus COVID-19 ha sido la Indy 500, competencia que tradicionalmente se celebra en el mes de mayo (este año la carrera estaba programada para el domingo 24) y que, tras días de reuniones y negociaciones, ha tenido que ser finalmente prorrogada.
De este modo, los organizadores y promotores de la IndyCar han decidido cambiar la fecha de la 104ª edición de la mítica carrera en el famoso circuito oval del estado Indiana, al domingo 23 de agosto. Además, el GP de Indianápolis de la divisional máxima de monoposotos en los Estados Unidos también ha tenido que ser retrasada, en ese caso al 4 de julio, coincidiendo de manera histórica por primera vez con una carrera de la NASCAR, justo, también, en el día en que se celebra la Independencia de los EE UU.
Por último todo este reordenamiento ha derivado en que la cita de Detroit (programada para el fin de semana del 29 de mayo) aparezca ahora en el calendario como el primer capítulo de la temporada 2020 de la IndyCar.
Fuente: lat.motorsport.com