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La marca japonesa suministrará motores a Red Bull y (además de Toro Rosso) desde la temporada que viene, por lo que utilizará las últimas carrera de 2018 para recopilar información y avanzar en los trabajos.
El avance realizado por Honda este año le permite mirar al futuro con mayor optimismo, pues al menos los nipones han alcanzado un nivel de fiabilidad que les permite acumular kilómetros y buscar, ahora sí, una mejora en el rendimiento.
Si bien en la presente temporada la marca japonesa sigue siendo quien más motores ha utilizado, muchos de ellos han sido por razones estratégicas y eso hace que Honda mire al futuro con optimismo, tras la reestructuración en la factoría realizada al término de la temporada pasada.
Y para acelerar el proceso de evolución que en 2019 será analizado con lupa como consecuencia de la llegada de un potente Red Bull como cliente de Honda, los japoneses han decidido utilizar las últimas carreras de la temporada para realizar experimentos con Toro Rosso, el equipo “B” de la marca de bebida energizante.
Cualquier cambio de alguno de los seis componentes listados en el reglamento en los monoplazas de Pierre Gasly y Brendon Hartley conllevará una sanción de posiciones en parrilla, ya que ambos ya han superado el límite en todos ellos, cuestión que es muy probable debido al trabajo de desarrollo que se llevará a cabo en las unidades de potencia de sus autos.
Fuente: motor.es
