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Federico Cadamuro cerró su temporada de la mejor manera al adueñarse del cetro de la Copa Maxi Rally. El cordobés del Baratec contó cómo pasó de pensar en abandonar a consagrarse y terminar a puro festejo.
En un año que parecía con muchos altibajos, Federico Cadamuro vivió el cierre ideal de temporada dentro del Rally Argentino DIRECTV en lo que significó su regreso a la actividad. El cordobés fue uno de los cuatro protagonistas que llegó con chances de coronarse en la Copa MR y no perdonó, al destacarse en el GP Córdoba 2017 y quedarse con la carrera y también con el título.
“Si se hubiese definido a mediados de año, no hubiese tenido esta posibilidad. Nos agarró en un buen momento. Estaba equilibrado todo: piloto, navegante, auto, equipo…”, afirmó el de Jesús María, que en la previa se tenía confianza. “Sin dudas habíamos terminado bien en Entre Ríos y estos caminos de Córdoba siempre son de mi agrado. Venía con mucha mentalidad positiva. Íbamos a arriesgar, a darlo todo. Y eso pienso que nos jugó a favor. Para nosotros era a todo o nada; no podía especular”, agregó.
Con el Ford Fiesta MR del Baratec, Fede dominó la cita que tuvo epicentro en Cruz del Eje, aunque también atravesó momentos críticos: “Arriesgamos y en el primer tramo del sábado tuvimos una salida del camino, rompimos el radiador y llegamos con temperatura. Ahí debo reconocer la experiencia de Diego (Cagnotti, su navegante) que fue capaz de sacar adelante la situación. Yo estaba con una mezcla de adrenalina y la sensación de tener que abandonar. Pensé que se terminaba todo… Llegamos con lo justo a la largada del siguiente y sin saber los tiempos de los demás, así que salimos a descontar y ahí marcamos diferencias. En el segundo rulo fuimos más conservadores”, contó quien en el Día 1 tenía más de un minuto de ventaja con el escolta.
“El domingo fue otro día muy difícil. Salimos tranquilos, pero sentía ruidos mientras íbamos en enlace, tenía miedo de que se parara el auto”, aseguró Cadamuro, que llegó a ubicarse tercero en la clasificación general. “No salimos a correrlo a David (Nalbandian) pero se dio de llegar arriba en el último tramo de la Costanera, donde me ganó la ansiedad y me fui afuera en un par de curvas. En mi cabeza también tenía eso de que podía estar en el podio de la general. Dicen que el que no arriesga no gana y nosotros decidimos arriesgar porque nos sentíamos seguros. Pensé más en qué pasaba si hacía podio en la general que en perder el campeonato de la Copa MR”, sostuvo.
Y finalmente destacó los tres ítems que fueron claves para alcanzar este logro: “Primero, la elección de un buen equipo para tener un buen medio mecánico; segundo, el tener un buen navegante, que tal vez no se lucen tanto pero sí son importantes en situaciones como las que viví en el GP; y tercero la perseverancia. Arranqué el año con el pie izquierdo, con abandonos… Hasta se me cruzó dejar. Pero la perseverancia y el trabajo dieron sus frutos. Tuve que trabajar en ser más tranquilo y no estar tan pendiente del resultado final; en correr con menos presiones y más relajado”.
