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Red Bull está dispuesto a prestar a Alex Albon a otros equipos de Fórmula 1 en 2021 si un piloto titular no puede competir, además, se plantea construir su propio motor cuando se produzca el cambio de normativa de motores en 2025.
El tailandés Albon ha perdido su asiento como titular en la escudería austríaca para el próximo año, pero conservará un intenso papel de desarrollo y estará presente en la mayoría de las carreras como reserva del equipo.
Así, hablando con motorsport.com acerca de lo que se le dijo sobre cuál sería su papel, Helmut Marko explicó: “Le aseguramos que lo usaremos masivamente en las pruebas. Después de todo, hay que probar los neumáticos de 2022, y hay pruebas separadas para eso.
Hará mucho trabajo en el simulador y también estará en muchas carreras como piloto de reserva. Después de todo, eso implica cuatro coches para nosotros.
Las posibilidades de que sea utilizado están ahí. Además, estamos preparados para prestarlo si surge una situación en otro equipo que necesite un piloto a corto plazo. Así obtendría kilómetros en carrera. Así que no es el final“.
Además, reflexionando sobre por qué Albon no había sido retenido, Marko dijo que la cuestión clave fueron los altibajos en su performance.
“Fue una falta de consistencia y se desacomodaba con demasiada facilidad cuando, por ejemplo, el viento ganaba intensidad o venía de una dirección diferente. O cuando los neumáticos comenzaban a degradarse, entonces perdía tiempo desproporcionadamente“.
Por otra parte, Red Bull Racing tiene una solución aparentemente fácil a su problema de motorización, ya que recurrir a Renault para tener un motor a partir de 2022 no es lo que más le apetece a la escuadra austriaca.
Sí, es cierto que los cuatro títulos mundiales de Red Bull fueron con un motor Renault, pero también que la relación entre ambas empresas terminó de manera muy traumática en 2018 y volver sería duro y en cierto modo humillante.
Pero, ¿qué ocurre con el próximo ciclo que debe comenzar en 2025? En ese momento, o al año siguiente a más tardar, entrará en vigor un nuevo reglamento de motores, por lo que todos los fabricantes deberán empezar de cero. La teoría dice que el nuevo propulsor seguirá siendo híbrido, pero también técnicamente más sencillo y barato de desarrollar.
Y, en ese escenario, Red Bull se siente capaz de convertirse en motorista. “Si los indicios de que el nuevo motor es mucho más simple en diseño, que se elimina el MGU-H y que va a seguir siendo innovador pero el límite de costo anual va a ser de alrededor de 50 millones son correctos, entonces ya no es un tema tan complejo como el motor actual.
Eso significa que podríamos hacer el desarrollo de un motor de este tipo con la parafernalia que tendremos en Milton Keynes. Ya sea por nosotros mismos o en cooperación, entonces es una cuestión de negociación, diría yo“, señaló Helmut Marko.
Para llegar a ese escenario aún quedan muchos asuntos por concretar. El primero es la congelación de los motores, en un principio programada para 2023.
Fuente: motorsport.com/motor.es
