Pese a perder grandes chances a raíz de su abandono en Malargüe, Pablo Morán admitió que no se entregará y que batallará hasta el final por el título de la Clase RC5. “A esta altura no tengo nada que perder”, dijo.
Una tremenda primera etapa había dejado al tucumano Pablo Morán en la punta de la Clase RC5 en el pasado Rally de Malargüe (Mendoza), octava fecha del calendario 2017 del Rally Argentino. Pero en la segunda, después de haber ganado el primer especial de la jornada, su Ford Ka dijo basta por la rotura de la triceta, situación que lo dejó sin tracción.
El concepcionense, resignado a su suerte, hizo un resumen de la situación y una proyección a su futuro en la divisional en la que a falta de dos competencias se ubica tercero en el certamen con 191 unidades, detrás de Mauro Debasa (253) y de Adrián Sánchez (240):
-“Fue una picardía lo que pasó, hasta había dejado un poco de resto para no tener sorpresas en el final. Y cuando fui a largar el segundo especial del día, puse primera y se explotó la triceta”.
-“Teníamos el repuesto como para poder reparar, pero hay un tiempo para salir de la pancarta, unos 20 segundos, y no podíamos salir de ese lugar y por eso quedamos afuera”.
-“Fue una lástima; veníamos haciendo una gran carrera en función del campeonato, estaba delante de los dos que lo lideran, pero bueno…”.
-“A esta triceta que se rompió la habíamos cambiado para esta fecha, era nueva. Son fierros, se rompen”. “
-Me fui con mucha bronca de Malargüe. Quedé muy complicado en el campeonato, me quedaron muy pocas chances. Dependo de que otros pilotos se queden o tengan malos resultados, más que del esfuerzo propio”.
-“Veré qué pasa en las próximas fechas. En la que viene saldré a darlo todo, a lograr el mejor resultado posible, a no especular nada. A esta altura no tengo nada que perder. Espero tener un poco más de suerte”.
-“Cuando empezó la temporada, la idea era salir campeón. Pero bueno, ahora lo veo complicado”.