El Rally de Cerdeña que se disputará este fin de semana será con organigrama tradicional del WRC después de las pruebas de formato corto en Estonia y Turquía que reiniciaron la temporada tras el parate por Coronavirus.
Después de haber sido aplazada desde junio debido a la pandemia mundial, esta sexta prueba del calendario 2020 del Campeonato Mundial de Rally se realiza en el otoño europeo por primera vez desde 2012. Así, tres días de acción aparecen como postal de la isla mediterránea de Cerdeña, situada frente a la costa occidental de la Italia.
El rally tendrá su base en la ciudad de Alguer, en el extremo norte del archipiélago, y aunque la mayoría de los caminos serán familiares para los pilotos del WRC, el formato muestra un cambio significativo.
Pues en lugar de los “rulos” con asistencia a mitad del día, el viernes y sábado por la mañana presentan un par de tramos repetidos antes de la asistencia en la sede Alguer. Sin embargo, las tardes consisten en dos especiales adicionales, que se desarrollarán una sola vez al día.
La acción arrancará a la hora 02:45 de la madrugada del viernes argentino. Los pilotos tendrán un largo viaje a través de la isla para las especiales iniciales en Tempio Pausania (12,08 km) -tramo nuevo-, y el difícil Erula – Tula (21,78 km). Ambos se repiten antes de regresar al parque de servicios de Alguer.
Las especiales de la tarde entre los parques eólicos de Sedini – Castelsardo (14,72 km) y Tergu – Osilo (12,81 km), cierran la etapa después de 95,25 km de acción.
El sábado, en la región de Monte Acuto, al sureste de los tramos del día anterior, será todo más temprano, a las 02:38 horas, con el comienzo de los tramos.
Las clásicas especiales de la mañana serán en Monte Lerno (22.08 km) y Coiluna – Loelle (15.00km). El primer “scratch” es el más largo del rally y cuenta con el impresionante Micky’s Jump. Sedini – Castelsardo y Tergu – Osilo vuelven a cerrar la jornada tras 101,69 km de competición.
La última etapa del domingo es en el noroeste de la isla, al norte de Alghero, y se mantiene sin cambios desde 2019. Cala Flumini (14,06 km) y la impresionante costa de Sassari – Argentiera (6,89 km) se recorren dos veces, siendo esta última la que reparte los últimos puntos de bonificación que da el Power Stage.
Los 16 tramos suman 238,84 km en un recorrido total de 1.199,15 km. No se permitirá la presencia de espectadores en los tramos ni en el parque de asistencia, de acuerdo con los estrictos protocolos de Covid-19.
En cuanto a los protagonistas del campeonato, el galés Elfyn Evans llega con una ventaja de 18 puntos sobre su compañero del Toyota Gazoo Racing, Sébastien Ogier.
Por su parte, el test del francés de la semana pasada proporcionó una valiosa visión de lo que podría pasar en la isla del Mediterráneo.
“Tuvimos algunos chubascos fuertes y las condiciones en los tramos cambiaron completamente en sólo unos minutos“, explicó.
Así, Ogier, junto con Evans y Kalle Rovanperä, defenderá la ventaja de nueve puntos de Toyota en el campeonato de constructores sobre Hyundai Motorsport.
En tanto, la escuadra surcoreana pondrá una fuerte alineación que cuenta con tres victorias de Italia en los últimos cuatro años. Ott Tänak está 27 puntos por detrás de Evans después de abandonar con su i20 en Turquía, y el ganador de Cerdeña en 2017 no puede permitirse el lujo de ceder más terreno en su intento por defender el título mundial.
Su compañero de equipo Thierry Neuville está a cinco puntos del estonio, que a la vez está empatado a con Rovanperä. Además, se une al equipo Hyundai el ganador el año pasado de esta prueba, el español Dani Sordo.
A su vez, Esapekka Lappi, Teemu Suninen y Gus Greensmith pilotarán los Ford Fiesta del M-Sport, mientras que el piloto checo Martin Prokop hace su primera aparición en el WRC desde el evento italiano del año pasado, con otro Fiesta.
Finalmente, el japonés Takamoto Katsuta regresa después de perderse la prueba de Turquía con un cuarto Yaris oficial, mientras que el joven francés Pierre-Louis Loubet pilotará un Hyundai i20 privado.
Fuente y fotos: wrc.com