El Safari Rally de Kenia de esta semana es el único evento del calendario del Campeonato Mundial de Rally en el que todos los autos lucen visiblemente diferentes, testimonio del desafío al que se enfrentan en África.
Las tripulaciones lucharán en algunos de los caminos más difíciles de la temporada, batallando contra un terreno extremo, y un clima impredecible. ¿La modificación más llamativa en cada una de las máquinas? El snorkel. Esta adición crucial ayuda a los motores a respirar al cruzar cruces de ríos o charcos profundos, una necesidad en un rally de 384 kilómetros de competición, lo que lo convierte en el más largo del año.
No obstante, los autos también son más altos de lo habitual, con suspensión elevada para sortear ondulaciones implacables y piedras demoledoras. Pero el Safari no se trata solo de supervivencia, también se trata de velocidad. La compresión de suspensión a alta velocidad es un factor clave; pues si bien los caminos son realmente exigentes, también son rapidísimos en algunos tramos.
Y no solo el chasis recibe un tratamiento especial. Los mapas del motor también están optimizados para compensar las condiciones de gran altitud de Naivasha. Pues con un aire más fino que consume potencia, cada ajuste cuenta, mientras las tripulaciones recorren las impresionantes llanuras africanas a alta velocidad y a mayor altura.
Fuente: wrc.com