Córdoba Competición Todo sobre el deporte motor
A bordo de su C3 WRC, Sébastien Ogier y Julien Ingrassia resultaron vencedores de la edición 2019 del Rally de Montecarlo, tras obtener la diferencia final más pequeña de su historia. No obstante, la performance realizada, le permitió a Citroën Racing obtener su victoria Nº 100 en WRC, justo en oportunidad del aniversario del centenario de la marca francesa.
Arremeter los 13,58 últimos kilómetros de una prueba monegasca que cuenta con un total de trescientos veinticuatro, con solo cuatro décimas de diferencia, requiere una gran frialdad. Sobre todo cuando un problema en el pedal de acelerador altera la concentración en el habitáculo.
Pero, autores del segundo tiempo en esta última etapa cronometrada entre La Cabanette y el Col de Braus, los franceses del bólido galo N° 1 ratificaban al mismo tiempo con 2’’2, su séptima victoria en el Principado, la sexta consecutiva también, y en su primera largada con el C3 WRC desde su regreso a la marca. Este resultado también los convierte en los hombres récords en cantidad de éxitos en esta manga prestigiosa y confirma que “Seb” y Julien ya están amoldados a este nuevo vehículo.
Esta excepcional prestación también es el éxito número cien de Citroën Racing en el Campeonato Mundial de Rally, cerca de veinte años después del primer triunfo, en el Xsara Kit-Car en el Rally de Cataluña 1999, por el fallecido Philippe Bugalski y Jean-Paul Chiaroni, convertido luego en coordinador de reconocimiento y meteorología del equipo. Una performance histórica que da testimonio de una longevidad al más alto nivel de la que pocos fabricantes de automóviles pueden vanagloriarse.
Especialmente conscientes de las dificultades que acechan en el “Monte”, la dupla tricolor adoptó inmediatamente un enfoque reflexivo, posicionándose desde las dos etapas cronometradas nocturnas del jueves a la noche en el segundo lugar. Antes de colocarse al frente al día siguiente a la tarde (ES 7), gracias principalmente a los dos mejores tiempos (ES 5 y 6) en las especiales inéditas de Curbans – Piegut (18,47 km) y Valdrome – Sigottier 2 (20,04 km). Con 2’’0 de ventaja el viernes a la noche, Sébastien y Julien lograron más que duplicar su capital en Agnières en Devoluy – Corps (29,82 km), primera ES del sábado y la más larga del fin de semana, y ésto a pesar de una lluvia torrencial. Una ventaja que rápidamente utilizarían para atacar la última jornada.
Corre con 4’’3 de margen y da un golpe a su adversario, para luego superarlo en los últimos hectómetros cronometrados.
Obligados a abandonar el sábado a la mañana como consecuencia de un pequeño problema en el motor, Esapekka Lappi y Janne Ferm habían efectuado un tramo de carrera prometedora, al punto de ocupar un brillante cuarto lugar el jueves a la noche. Prueba que Citroën Total WRT eligió bien al decidir asociar a Sébastien Ogier y a Julien Ingrassia. Con un orden de largada que seguramente será favorable en Suecia, habrá que contar nuevamente con ellos.
Sébastien Ogier declaraba lo siguiente acerca de todo lo reseñado anteriormente: “No estaba ganado de antemano, esta última etapa fue particularmente estresante y difícil con nuestro pequeño inconveniente, que hizo que el auto siguiera acelerando, incluso en fase de frenado. Pero correctamente aconsejados por el equipo, logramos efectuar una reparación improvisada y luchamos sin descanso, finalmente con éxito. Vivimos un fin de semana hiperintenso, con una victoria conquistada al final de una batalla constante. Estamos muy orgullosos de nuestra primera carrera con el C3 WRC, especialmente, como digo a menudo, este rally es el que más me gusta, ya que nos permite celebrar el centenario de Citroën. ¡Hay que decir que no podíamos soñar con un mejor debut para nuestro encuentro!“.
Además, dos preguntas a Pierre Budar, Director de Citroën Racing:
¿Cuál es su impresión ya pasada esta victoria histórica?
Efectivamente es una victoria sensacional, es un fuerte símbolo y extremadamente importante para nosotros lograr obtener este éxito nº 100 en WRC ya en la primera carrera de la temporada, que además es una prueba tan mítica como el Montecarlo, que además se corre mayoritariamente en nuestro territorio. También es una verdadera satisfacción agregar una octava victoria a nuestro medallero compartido de Sébastien y Julien, este año del centenario de Citroën. Al participar juntos este año, alimentamos la esperanza de escribir juntos nuevas páginas de la historia de la disciplina y nuestra primera carrera no podía tener un mejor final.
¿Cómo describiría la performance de Sébastien y Julien ?
En un rally tan loco como éste, con elecciones de neumáticos muy difíciles, condiciones de ruta particularmente tramposas, simplemente se mostraron superiores. Superiores en dominio y serenidad. Es muy interesante trabajar con ellos, ya que van directamente al grano y saben pertinentemente en qué debemos concentrarnos. Nos permiten avanzar rápido y además deberemos continuar trabajando sin descanso ya que esta primera manga deja entrever con claridad una temporada más peleada que nunca. Más allá de Sébastien y Julien, que evidentemente fueron excepcionales, quiero felicitar a todos los miembros del equipo por su actuación. Nunca de sintieron desmotivados, incluso en nuestros momentos de duda del año pasado, y nunca dejaron de esforzarse para iniciar idealmente nuestra campaña 2019. ¡Este éxito es también claramente el de ellos !
Por último, como compañero ideal de Sébastien Ogier, y testigo privilegiado de su dominio al volante, el copiloto francés cuenta el estado de ánimo que tenía al momento de iniciar la última especial.
“Antes de la última especial, nuestro ingeniero me preguntó lo que podía hacer por nosotros y simplemente le recomendé que prendiera velas, mientras preparaba el remolque y las correas porque nunca se sabe…Ya que no íbamos a andar con pequeñas! En solo cuatro etapas cronometradas esta mañana, envejecí de golpe, porque la situación era muy tensa. Una vez que salimos, atacamos muy fuerte, sin cometer errores, lo que sin embargo es excepcional para Seb, por estar descubriendo el C3 WRC. Sin embargo, una vez atravesada la línea de llegada, no sabíamos a qué atenernos, ya que no había demasiada agitación en el punto de stop, luego vi a la izquierda al padre de Seb que sonreía. Ahí me di que habíamos ganado, Seb en el momento, no pudo captarlo, tuvo que bajar la cabeza para darse cuenta y ahí no faltó la emoción en el habitáculo“.
Fuente y fotos: Media Citroën Argentina
