La conquista de Kamui Kobayashi y Brendon Hartley de la Hyperpole, que les permitió copar la primera fila de la grilla de las 8 Horas de Bahrein, fue un claro indicio de que la mala racha del equipo se podía terminar, y así fue.
El japonés Kobayashi, Mike Conway y Nyck de Vries convirtieron la pole position en victoria con el GR010 HYBRID Nº 7, extendiendo así la extraordinaria racha ganadora de Toyota en Bahrein a nueve carreras consecutivas y resarciéndose de la frustración de Fuji, donde, de locales, no pudieron ganar debido a un error estratégico.
Así entonces, los dos prototipos nipones controlaron la carrera desde el principio en Sakhir, con Conway y Hartley intercambiando posiciones durante la primera fase de paradas en boxes, ya que el neozelandés en el auto N° 8 no cambió los neumáticos para guardar un juego nuevo para más adelante.
“Ha sido una temporada muy dura y tuvimos que esperar hasta la última ronda para
disfrutar de un resultado como este.
Tras los entrenamientos libres nos sentíamos bastante confiados, aunque nos sorprendió nuestro rendimiento en la clasificación. Luego hicimos una carrera limpia, sin errores; no fue fácil, pero el gran esfuerzo de todos hizo posible este resultado. Nunca nos rendimos en toda la temporada, y ganar en Bahrein fue una gran recompensa. Gracias a todo el equipo —a los ingenieros y mecánicos en boxes, además de a todos en Colonia y Higashi-Fuji— por su gran trabajo”, reflexionó Kobayashi, quien también es el director del equipo, y cuya 18ª victoria en el WEC lo ha elevado por encima de su compatriota Kazuki Nakajima como el piloto japonés más exitoso en la historia de esta categoría.
El resultado también representó el 28º doblete de la marca en el certamen.
Fuente y fotos: fiawec.com
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