Tras años cerrados ante la chance de convertirse en fabricante integrante del Campeonato Mundial de MotoGP, un cambio de directivos de BMW abre la puerta a “analizar la posibilidad” de llegar a la categoría.
La marcha de forma abrupta e inesperada de Suzuki en 2022 disparó la presión por parte del promotor del campeonato hacia uno de sus socios, el fabricante alemán BMW, para que se implicara en MotoGP como constructor, no solo siendo el coche oficial de MotoGP. Si bien esas negociaciones de urgencia no tuvieron efecto inmediato, sí parece que fueron el germen de la posibilidad de que, a medio plazo, la marca bávara se convierta en el sexto fabricante en la parrilla de la clase reina del motociclismo mundial.
BMW lleva muchos año involucrado como competidor en el campeonato del mundo de las motos
derivadas de serie, el Mundial de Superbike, donde nunca ha tenido grandes resultados.
Sin embargo, el fichaje de Toprak Razgatlioglu y un cambio de filosofía está asociado a la llegada de nuevos ejecutivos más ambiciosos en el plano deportivo. Pero, en dicha categoría, con un calendario con pocos eventos y muy separados entre sí, algunos fabricantes están empezando a encontrarle fallas al formato del WorldSBK, lo que podría abrir la puerta, definitivamente, a que BMW diera el paso a MotoGP.
Por último, con un cambio de reglamento para 2027, la entrada de BMW a MotoGP parece que, por primera vez, tiene opciones más claras que nunca.
Fuente: lat.motorsport.com