Fernando Alonso volverá a correr las 500 Millas de Indianápolis en mayo de 2019 tras una primera experiencia muy positiva en 2017, pero que terminó de forma prematura tras romperse su motor Honda a 21 vueltas del final de la prueba.
McLaren contó en aquella ocasión con una unidad preparada por la formación Andretti Autosport y equipada con motor Honda (al igual que lo hacía en la Fórmula 1), pero en esta ocasión la escudería británica espera contar con un equipo técnico propio y motorización de Chevrolet, aunque volverá a disponer del asesoramiento técnico de Andretti.
La vinculación de Fernando Alonso a General Motors llega tras probar el Chevrolet con el que Jimmie Johnson compite en la NASCAR y confirmar que disputará las 24 Horas de Daytona con el equipo Wayne Taylor Racing y su Cadillac DPi, otra marca perteneciente a la gigante automotriz estadounidense.
De esta manera, y en esta ocasión, el piloto español evitará cualquier conflicto de intereses con Toyota, firma rival de Honda con la que el asturiano compite en el Campeonato Mundial de Resistencia.
Fuente: motor.es