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El equipo Scuderia-E tiene la firme intención de desembarcar en la Fórmula E desde la temporada 2022.
La estructura italiana propiedad de Gianfranco Pizzuto, inversor y cofundador de Fisker Automotive, es la que trabaja en distintas vías para poder entrar en el certamen eléctrico. La estrecha relación entre esta formación y el Grupo FIAT alimenta la teoría de un posible desembarco de una de las marcas de la enorme automotriz italiana a la Fórmula E.
No obstante, hay que destacar que, con el cupo de equipos ya cubierto, esta nueva formación debería adquirir una de las licencias existentes o invertir en uno de los equipos que actualmente compiten en la Fórmula E. En esta línea, las vías más probables a explorar por Scuderia-E para competir en la Fórmula E en 2022 pasan por invertir o comprar las licencias que tienen GEOX Dragon o de NIO 333. Las dos estructuras estarían abiertas a un proceso de adquisición o de inversión en sus actuales proyectos, si bien 
NIO 333 parece haber reafirmado su compromiso y trabaja en un nuevo tren motriz mientras se desliga de QEV Technologies. Por su parte, GEOX Dragon es propiedad al 100% de Jay Penske, si bien este ha mantenido distintas conversaciones con posibles socios y potenciales compradores en los últimos meses.
Así las cosas, el proyecto de Scuderia-E se ha presentado con un boceto digital del ‘Gen 2’ Evo en el que se pueden ver la nómina de potenciales socios del proyecto de Pizzuto. A nivel técnico, el equipo habría llegado a un acuerdo con la compañía turca de baterías y software IMECAR Elektronik. Entre los logos que aparecen en el monoplaza están la compañía óptica Luxottica Group y la firma de relojes Breitling.
Fuente: motor.es
