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Mick Schumacher volvió a ponerse al volante de un monoplaza de Fórmula 1 como parte de una prueba de neumáticos de piso mojado de Pirelli, aunque su participación se vio interrumpida después de que las condiciones resultaran demasiado difíciles para seguir adelante.
Schumacher, que ha actuado como piloto de reserva de Mercedes desde que perdió su asiento en la grilla de F1 en el equipo Haas tras la temporada 2022, participó en esta sesión de pruebas llevada adelante en el circuito de Magny-Cours, en Francia, el día martes, como parte del trabajo de desarrollo de los neumáticos para el próximo año.
Si bien el día estaba previsto que se centrara en las pruebas de neumáticos en clima húmedo, en realidad cayó demasiada lluvia como para que la prueba pudiese continuar. Por eso, Schumacher logró solo 29 vueltas con el W15, con un tiempo más rápido de 1:39.172.
Mientras tanto, las pruebas continuaron ayer miércoles, en ese caso con George Russell al volante y, aunque hubo más lluvias, se completó el trabajo que no se había podido realizar el primer día.
Russell acumuló un total de 86 vueltas, logrando el tiempo más rápido de 1m 28.428s mientras continuaba el trabajo de desarrollo en los neumáticos extremadamente húmedos e intermedios de Pirelli.
La próxima semana, los días 8 y 9 de octubre, se desarrollará otra sesión de tests en el circuito de Mugello (Italia), donde Red Bull y Ferrari trabajarán en los neumáticos 2025.
Fuente y foto: formula1.com
