Luego de una extensa investigación en el motor que la escudería italiana utilizó durante la temporada 2019 de Fórmula 1, la Federación Internacional de Automovilismo, impuso una sanción que no se ha hecho público y tampoco se hará pública tras una pedido de parte de los de Maranello.
El Presidente de la FIA, Jean Todt, fue quien hizo pública la noticia y además aseguró que le encantaría dar más detalles sobre la investigación y la sanción impuesta, pero que esto no es posible.
No obstante, Todt también ha admitido que los comisarios y los técnicos no tienen la seguridad de afirmar rotundamente que el motor de la SF90 era ilegal.
La curiosa mejora que experimentaron los pilotos de la escuadra del “Cavallino Rampante”, en la segunda mitad de la temporada pasada levantó sospechas, y es por eso se llevó a cabo un exhaustivo análisis del impulsor italiano. Tras esa minuciosa revisión se llegó a la conclusión de que hubo aspectos que no se adecuaron a la legalidad -se cree que había una situación anómala con el flujo de combustible-, pero nada llegó a ser tan convincente como para que se lo declare oficialmente ilegale.
Así, Todt dijo que: “Me encantaría poder dar todos los detalles, pero Ferrari se opuso. Han sido sancionados, pero no podemos dar detalles de la sanción. Creemos que hubiera sido injusto no aclarar que habíamos estudiado el caso Ferrari y que se había producido una sanción, pues para nosotros, lo que hicieron no era legal. Desafortunadamente, nuestros técnicos dicen que no podemos demostrar con toda la seguridad que deberíamos, que el Ferrari no es legal”.
Fuente: Carburando