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La Fórmula 1 está apuntando a la introducción de combustibles 100% sostenibles a mediados de esta década, como parte del movimiento hacia el carbono neto cero para 2030 y, Pat Symonds, director técnico general de la F1 comentó cómo es ese nuevo desarrollo.
La “Máxima” introducirá una nueva unidad de potencia y quieren que se alimente con combustibles directos 100% sostenibles (lo que significa que no habría necesidad de modificar los motores para que funcionen con ellos).
En 2022 ya tendrá la nueva generación de autos de Fórmula 1 que funcionan con combustible ‘E10’, una mezcla de 90% de combustible fósil y 10% de etanol renovable.
Así, pasar del 10% de combustible renovable en 2022 al 100% en solo un par de años es un objetivo ambicioso, pero Symonds afirma que F1 y ARAMCO (el proveedor) están en camino de lograrlo: “Lo que establece los objetivos es simplemente encontrar suficientes productos que necesitamos. Hay mucho etanol alrededor, es fácil incorporarlo. Pero cuando empiezas a entrar en estas moléculas más complejas, no hay mucho y es por eso que la mitad de la década es realista“.
Los combustibles sostenibles de F1 contarán con un componente avanzado que proviene de un esquema de captura de carbono, desechos municipales o ‘biomasa’ no alimentaria y, lo más importante de todo, que logrará ahorros de emisiones de gases de efecto invernadero en relación con la gasolina de origen fósil de al menos sesenta y cinco%. Estos combustibles se crearán inicialmente a pequeña escala en una planta piloto para desarrollar los métodos que luego serán adecuados para la producción en masa.
El tipo de ‘biomasa’ que podría utilizar incluiría cosas como algas, desechos agrícolas y cultivos no alimentarios cultivados en tierras que no son aptas para la producción de alimentos.
Symonds, mientras tanto, está entusiasmado con la promesa de la captura de carbono, incluso si la tecnología aún se encuentra en una etapa inicial: “La captura de carbono es un método que nos interesa mucho”, dice, “porque elimina el carbono directamente del aire. Está en su infancia, pero hay plantas haciéndolo; hay algunos en Canadá, hay uno en Suiza que es bastante grande, hay algunos en América del Sur que son bastante grandes. Así que es factible, y creo que dentro de 20 años, en realidad habrá mucho por ahí. Pero es muy, muy experimental“.
A pesar de que Symonds atestigua que la F1 está en camino de lograr su objetivo de llevar combustibles sostenibles al deporte, obviamente hay desafíos que superar: “Es muy ambicioso, en el ámbito de lo que estamos tratando de hacer, hacer un combustible sostenible de muy alto rendimiento.
Los combustibles para carreteras en el Reino Unido están ahora con un 10% de etanol, y lo han estado en ciertas partes de Europa por un tiempo. Pero el etanol no es el mejor combustible para un alto rendimiento. Entonces, lo que estamos haciendo es sintetizar un combustible de alto rendimiento y totalmente sostenible, y eso es algo difícil de hacer y difícil de hacer en las cantidades que necesitamos. Así que es un tramo bastante ambicioso lo que estamos haciendo“, dice Symonds.
Asimismo, el director técnico confía en que, cuando lleguen, los combustibles sostenibles de la F1 tendrán al menos el mismo impacto que tenemos ahora:
“Actualmente tenemos combustibles que rondan los 44 megajulios por kilogramo. Son muy, muy densos en energía. Los combustibles de alcohol, como el etanol, son mucho menos densos en energía, lo que significa que debe tener un mayor volumen de ellos si desea la misma potencia.
El automovilismo tiene que ver con la potencia, pero en particular se trata de la densidad de potencia; no queremos autos enormes con tanques de combustible enormes, queremos tanques de combustible pequeños y mucho combustible de muy buena calidad y denso en energía. Así que tenemos que sintetizar eso, y eso no es lo más fácil de hacer“.
Aún así, la quema de combustibles sostenibles todavía genera dióxido de carbono como subproducto. Pero lo más importante es que no hay CO2 neto producido por la combustión de combustibles sostenibles, ya que el CO2 creado por ellos ya está en la atmósfera o habría terminado en la atmósfera de todos modos.
“Es algo totalmente circular. No estamos produciendo CO2 que no esté ya en la atmósfera en este momento; lo estamos sacando de la atmósfera, lo usamos y lo volvemos a poner en la atmósfera“, explicó Symonds.
Fuente y fotos: f1.com
