Parte de los competidores del Dakar han logrado cumplir el primer plazo: terminar la preparación de sus vehículos a tiempo para embarcarlos en El Havre en un barco que partirá rumbo a Sudamérica.
En total, cerca de 600 vehículos han acudido a la cita en Normandía durante las dos jornadas dedicadas a su acogida.
Desde hace diez años, antes de cada Dakar, se organiza una procesión rumbo en Le Havre. Procedentes de las cuatro puntas de Europa, varias centenas de vehículos confluyen hacia su primer objetivo: alcanzar el puerto donde tendrán lugar las operaciones de embarque para un viaje transatlántico algo fuera de lo común. Cerca de 270 vehículos de carrera, que se sumarán a todos los que se preparan en las Américas, ocuparán un hueco en las entrañas del Heritage Leader, el buque que tendrá como misión atravesar el Atlántico y luego el Canal de Panamá, para llevar la preciada carga hasta el puerto de Lima a finales de diciembre. Antes de soltar amarras, subirán a bordo igualmente 79 coches y 163 camiones de asistencia, que se verán acompañados en este crucero por 59 coches de prensa y 30 vehículos de la organización.
En este gran encuentro normando, los camiones de Kamaz, que llegan directamente de Tartaristán, suelen ser tradicionalmente los más puntuales… una forma de afianzar su posición puesto que se han adjudicado ocho de las diez ediciones sudamericanas del Dakar. En compañía de sus socios de ruta bielorrusos del equipo Maz, montaron un primer campamento cerca de los muelles el miércoles por la tarde. Sin embargo, este año lo han compartido con viajeros que llegan de aún más lejos. El piloto mongolByambatsogt Udiikhuu ha mandado su Can-Am en un camión de asistencia que ha sumado ya 12.000 kilómetros y un viaje de 21 días a su cuentakilómetros, tras atravesar Mongolia, Kazajistán, Rusia, Ucrania, Hungría, Polonia, Alemania y Bélgica antes de llegar a Francia. Y esta no es más que la parte fácil del camino…