El Rally de Monza, escenario de la definición de este fin de semana del campeonato del WRC, oscilará entre las estrechas y reviradas carreteras de los Alpes italianos y el icónico circuito de automovilismo.
Nada es sencillo en Monza. El asfalto liso y las curvas clásicas, como la Curva Alboreto (ex Parabólica, y rebautizada en honor al ex piloto de F1 Michele Alboreto), Lesmo y Grande, contrastan con las curvas de hormigón en el histórico trazado ovalado y los incómodos trazados de tierra.
Así, la acción se inicia el viernes por la mañana con un doble rulo por los técnicos tramos de montaña de Gerosa (10,96 km.) y Costa Valle Imagna (22,11 km.) al norte de Bérgamo, cerca del lago de Como.
Después de la asistencia, la tarde discurre en Monza. Dos pasadas por Cinturato (14,49 km.) preceden al cierre del Gran Premio (10,29 km.), el único tramo del circuito puramente de asfalto y que se celebrará ya de noche. La asistencia se realiza después de cada tramo por la pista y las siete especiales de esa jornada inicial suman 105,41 km.
El sábado es la jornada más larga del rally con 108,24km de acción y un formato similar al del día anterior. Dos pasadas por las montañas de San Fermo (14,80 km.), nuevas para este 2021, y Selvino (24,93 km.), el tramo más largo del evento, que deriva en un paso por la asistencia.
Luego, dos pasadas vespertinas por el Sottozero (14,39km), separados por una asistencia, completan el programa sabatino.
El domingo se vuelve a Monza no sólo para el día de cierre de la temporada, sino también para el último día de la era de los World Rally Car antes de la llegada de los nuevos Rally1 híbridos para 2022.
Allí, a una segunda pasada por el Gran Premio (10,29 km) le siguen dos recorridos por Serraglio (14,62 km), la segunda de las cuales será el Power Stage.
La totalidad de los 16 tramos de competencia cubren 253,18 km cronometrados.
Fuente: wrc.com