El automovilismo argentino está de luto por la muerte, a sus 83 años, de una de las leyendas del deporte motor en nuestro país: Jorge “El Gallego” Cupeiro.
Cupeiro había nacido el 15 de octubre de 1937 en la Ciudad de Buenos Aires. Sufría una enfermedad prolongada y hoy nos dejó físicamente, pero será recordado en el tiempo como uno de los mejores pilotos de una época de oro del Turismo de Carretera, en la que logró 41 victorias.
Comenzó su carrera en el deporte motor a los 18 años, pero sobre una moto, compitiendo tanto en Argentina como en Chile en distintas categorías. Pero la notoriedad la lograría sobre cuatro ruedas, y siendo apadrinado por un argentino glorioso en el automovilismo mundial: José Froilán González.
Primero empezó con los logros en Fórmula 1 Mecánica Argentina, logrando buenos resultados desde el comienzo, con un triunfo y un segundo puesto. Posteriormente, al volante de un Chevrolet Súper Nova, fue protagonista de un cambio estético y técnico en la historia del TC, que dejó atrás la era de las “Cupecitas”. Nadie puede olvidar sus triunfos al mando del “Chevytú”, un auto que marcó una bisagra, un hito para la categoría.
Además, supo luchar palmo a palmo contra los Hermanos Emiliozzi y corrió en Europa con la Escudería Automundo de Fórmula 3 en 1966 y, aunque pudo correr en Fórmula 1, prefirió retornar al país.
Como si todo esto fuera poco, también formó parte de la “Misión Argentina” que hizo historia con los Torino 380 W en las 84 Horas de Nürburgring en 1969, bajo la batuta de Juan Manuel Fangio. Cupeiro compartió el auto N° 2 con Eduardo Rodríguez Canedo y Gastón Perkins.
Fuente: Campeones