El equipo Werner Competición ordena el trabajo -desde casa- de cara al momento en que la actividad de la Fórmula Renault 2.0 vuelva al ruedo y pueda ponerse en marcha la temporada 2020, la cual no pudo iniciar por la expansión del Coronavirus a lo largo del país.
A pesar de la cuarentena obligatoria que dictó el Gobierno Nacional el 19 de marzo pasado, el equipo entrerriano logró dejar sus autos armados antes de tener que cerrar temporalmente su taller. El principal objetivo fue dejar listo la flamante unidad que armaron y que estaría en manos de Isidoro Vezzaro este año.
“La semana que se decretó el aislamiento, justo el miércoles habíamos terminado el último auto, que es el nuevo que usaría en principio Vezzaro. Los monoplazas están en el taller en sus caballetes ya armados y pintados de cero. Antes de arrancar el campeonato haremos una prueba para que cada piloto giré con su auto”, manifestó en primera instancia Maximiliano Giorsetti.
Con respecto al vehículo a estrenar que van a poner en pista, Giorsetti detalló lo siguiente: “Nos llegaron las piezas que faltaban una semana antes, así que pudimos dejarlo listo para ir a la pista a probarlo. Isidoro sería el encargado de hacerlo, así como también probaría el auto que está dejando para poder corregir detalles, ya que él está muy conforme con el funcionamiento con el que terminó el año y queremos que este sea exactamente igual o mejor. Eso lo veremos cuando él pueda probarlo y nos dé su opinión en cuanto al andar del fórmula”.
Más allá de que se postergar el inicio del torneo, la pretemporada del Werner Competición fue movida, ya que entre los últimos días de febrero y el inicio de marzo llevó a cabo pruebas con sus pilotos. Vezzaro realizó dos días de ensayos en el autódromo de Paraná, mientras que Lautaro Piñeiro y Bruno Chiappella se repartieron otras dos jornadas en la capital entrerriana.
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