La 41ª edición del Dakar, cuya salida está prevista para el próximo 7 de enero en Lima, ha logrado atraer a 534 competidores repartidos en 334 vehículos con un programa marcado por la presencia predominante de la arena.
Arena, dunas y desierto. Es lo que buscan los pilotos y equipos del Dakar y todo apunta a que el menú 100% peruano que les espera el próximo mes de enero, sabrá responder con contundencia a sus expectativas. Así lo demuestra la respuesta colectiva y positiva a la llamada realizada a principios de año, cuando se anunció un recorrido concentrado en tierras peruanas.
En total, 334 vehículos se darán cita en la línea de salida de Lima el próximo 7 de enero, todos ellos con la ambición de regresar a la capital 5.000 kilómetros después, 3.000 de ellos en tramos especiales marcados por una intensidad sin precedentes.
El desempeño en carrera, la capacidad para navegar por terreno abierto sin despistarse y la resistencia física indispensable para desenvolverse en tramos arenosos donde los kilómetros cuentan el doble serán, sin duda, los obstáculos que deberán superar los aspirantes al título.
En motos, las implacables KTM de Walkner, Price y Sunderland volverán a plantar cara a las Honda de Benavides, Gonçalves y Barreda, sin olvidar las Yamaha de Van Beveren y De Soultrait.
En coches, los antiguos pilotos de Peugeot se encontrarán repartidos entre los Mini, donde Sainz, Peterhansel y Despres se codearán con Roma, Przygonski y Terranova, mientras que Loeb pilotará un Peugeot preparado por el equipo privado PH-Sport. Deberán competir con los Toyota de Al Attiyah, De Villiers y Ten Brinke, en el plantel de coches más abultado desde 2015.
En la categoría de pesos pesados, los favoritos de la escudería Kamaz tratarán de sacarles los colores a sus rivales del Team De Rooy, empezando por su líder Gerard De Rooy, que vuelve con fuerza tras un año sabático.
Más allá de la batalla por los puestos de honor, el análisis de la lista de inscritos revela ciertas tendencias que perfilan ya la cosecha 2019. Por ejemplo, la abundancia de debutantes (135 novatos este año), que supondrá que 97 vehículos (30% del total) peleen por la designación del mejor rookie.
La categoría SxS despega con fuerza este año, con un total de 30 inscritos, y, sobre todo, una contienda que se presenta apasionante entre el que fuera ganador en quads Sergey Karyakin, el expiloto de motos Gerard Farrés (3º en 2017) o la revelación estadounidense del off-road Casey Currie.
Por último, soplan aires femeninos en el Dakar, pues el número de mujeres inscritas en carrera no había sido nunca tan alto desde el desembarco de la prueba en tierras sudamericanas. En total serán 17, entre ellas la siempre fiel Laia Sanz en motos, además de parejas a quienes habrá que seguir muy de cerca, como Camelia Liparoti-Rosa Romero en coches y Annett Fischer-Andrea Peterhansel en SxS.
Algunos detalles adicionales de esta edición:
- El grupo que habitará los vivacs peruanos se ve ligeramente transformado por el alto porcentaje de rookies, el auge de la categoría SxS, la creación de una nueva categoría en coches (UTV Open) y una considerable feminización del plantel.
- Fieles al concepto de aventura extrema forjado por los pioneros de la prueba en África, 34 pilotos de motos y quads han decidido inscribirse sin asistencia en la categoría “Original by Motul”.
Semimaratón: el derecho a una segunda oportunidad
En el Dakar, las decepciones son, en ocasiones, crueles. Ocurre cuando se da un abandono prematuro después de apenas unos cientos de kilómetros en carrera. Por ello, este año, los coches, camiones y SxS que dejen la pista en la primera parte del rally podrán reincorporarse a la carrera después de la jornada de descanso, en una competición paralela. Compitiendo en una clasificación separada, estos vehículos lucirán una placa naranja y no podrán tomar nunca la salida entre los 25 primeros de una especial.
Fuente y fotos: Prensa Dakar