Pablo Morán logró celebrar en Malargüe y, tras el traspié de Sánchez, estiró la definición de la Clase RC5 hasta el Gran Premio. “Dejaremos todo para que se nos dé el campeonato”, admitió el tucumano.
Llegó al Rally de Malargüe bajo presión, sabiendo que la única alternativa era la de descontar si es que pretendía mantener ilusiones de ir por la corona 2018 de la Clase RC5 en el Gran Premio de Córdoba. Encima, la cita mendocina no arrancó de la mejor manera para Pablo Morán, en el escolta en la tabla, que penó con algunos inconvenientes en su auto y que veía cómo su rival Adrián Sánchez se encaminaba a un clara victoria (cerró el Día 1 con 47.1 segundos de ventaja) y también a abrochar el título de manera anticipada.
“Empezamos un poco complicados porque teníamos un problema con el cortacorriente, que en el enlace del primer tramo ya empezó a fallar. Después en los dos siguientes no anduvimos tan bien, el auto no estaba rápido. Habíamos hecho el motor nuevo para esta fecha porque en la anterior lo habíamos roto, así que no hubo tiempo de asentarlo ni de probarlo. Para el segundo rulo ya anduvo mejor, pero sufrimos una salida de camino. Estaban muy rotos los tramos, tratamos de arriesgar y nos pasamos en un lugar”, reveló el tucumano. “El plan de carrera era salir a ganar, a buscar la carrera. En el Día 1 creo que sin esos problemas podríamos hacer estado peleando con Sánchez. Pero el auto no rendía del todo bien, no sé por qué. Creo que los dos arriesgamos demasiado el sábado y ahí estuvo la diferencia con los otros rivales; no especulamos nada”, agregó.
Sin embargo, el domingo todo se revirtió; pasó de la decepción a recuperar la sonrisa en un par de metros nomás, cuando se encontró con el Ford Ka del cordobés parado a poco de largar el primer tramo de la segunda etapa. “El sábado terminamos muy enojados porque no se daban los resultados pensados. Y el torneo también veía que se escapaba… Solamente pensaba en ganar la etapa y tratar de descontarle a Sánchez, aunque sabía que eso iba a ser muy difícil. Pero no queríamos bajar los brazos. Y acá tengo que agradecerle a mi familia y a mis amigos que me decían que la pelee, que no me de por vencido. Estábamos muy resignados hasta que vimos parado a Sánchez y a partir de ahí tratamos de hacer nuestra carrera. Fue difícil encontrar un punto medio entre no romper el auto y ganar la etapa”, sostuvo el de Concepción que maneja el Ka atendido por el RC Competición.
“Esta victoria es más que un empujón anímico porque ahora prácticamente quien gane en el GP será el campeón. Depende de nosotros, de lo que haga yo, mi auto, mi equipo… Vamos a tratar de buscar el campeonato. Dejaremos todo para que se nos dé. Sabemos que será muy complicado al correr de visitante y encima él está adelante en la tabla, algo que siempre es una ventaja también. Vamos a tratar de hacer nuestro trabajo y arriesgar todo. Si se da para mí en buena hora, porque hace bastante que lo venimos buscando y hacemos muchos sacrificios para competir”, cerró Morán.