El «Rally Vuelta de la Manzana 2025» quedará marcado para siempre en la carrera de Santino Rossi.
El joven piloto fueguino, de apenas 17 años, conquistó su primera victoria en el Campeonato Argentino de Rally, con una actuación firme, emotiva y memorable, en la tercera fecha del año. A bordo del VW Polo del GP Motorsport y con Martín Baucero en la butaca derecha, como navegante, se impuso en la clase RC-MR (Maxi Rally), tras una exigente batalla contra rivales de experiencia y jerarquía.
Por lo tanto, Rossi no ocultó su emoción al repasar lo vivido durante el fin de semana: «Las sensaciones tanto deportiva y anímicamente fueron muy positivas ya que se trabajó mucho arriba y abajo del auto todo mi entorno para estar presentes y ser competitivos, a su vez también el alivio y tranquilidad de cumplir otro sueño y un objetivo que tenía puesto en mi cabeza«.
Desde el inicio, Santino siempre estuvo al frente, aún pese a un inconveniente mecánico, que lo obligó a perder tiempo en un momento crucial, lo que no le impidió registrar buenos tiempos en la última etapa, logrando marcar así la diferencia: «Después del Rally Sudamericano de Jesús María sabíamos que éramos competitivos. La idea de entrada fue hacer un buen promedio y en un primer pensamiento tratar de mantener la menor diferencia en cuanto a los primeros el primer día y si recuperar o apretar el domingo que era más técnico y es donde mejor nos va, pero nos sorprendió para bien nuestro ritmo en comparación al resto y la diferencia que pudimos lograr en las primeras pruebas especiales del día, a pesar de la rotura de la caja de dirección y el tiempo que habíamos perdido seguíamos muy cerca en la lucha por la carrera y eso nos mantuvo muy tranquilos.
El domingo la verdad estaba bastante tranquilo porque sabíamos que nuestro ritmo era muy bueno y podíamos ganar la carrera, si por supuesto muy concentrado pero sin desesperarme porque peleábamos la carrera con un gran piloto como Rubén Montoro que en ningún momento lo hizo fácil. Con respecto a la presión, creo que supimos administrarla ya que cuando hubo que cuidar lo hicimos y a la hora de acelerar e imponer un buen ritmo lo logramos y pudimos hacer una diferencia».
También destacó el vínculo con su navegante, Martín Baucero, con quien comparte una conexión que se forjó rápido y fuerte y lo ha ayudado en todo este proceso, hasta ganar: «Primero que nada, la buena relación que mantenemos abajo del auto y lo buena persona que es…más allá de eso la impecable labor que hace en la butaca derecha siempre con mucha tranquilidad y transmitiéndome mucha confianza tanto con la hoja como a mí mismo en cada tramo haciéndolo todo mucho más fácil y ayudándome a pasos agigantados en este proceso. Corremos hace poco más de un año juntos pero arriba del auto parece que venimos corriendo hace mucho más tiempo por el ritmo que logramos imponer”.
Fuente y foto: rallyargentino.com